miércoles, 18 de noviembre de 2009

Los riesgos de ser fumador pasivo en la infancia

Cuando son cada día más los países que garantizan que el ciudadano no se vea expuesto a los humos del tabaco ajeno en lugares públicos, aún queda un frente abierto: ¿qué pasa cuando el 'enemigo' está dentro del hogar? ¿Y cuándo son menores los que viven en un entorno ahumado? Un estudio presentado en las Sesiones Científicas de la Asociación Americana del Corazón 2009 confirma que el humo secundario (el que aspiran los fumadores pasivos) hace estragos en la salud de los niños más pequeños, sobre todo, si son obesos.

Tal y como explica John Anthony Bauer, uno de los coautores de este trabajo e investigador del Hospital Infantil Nacional e Instituto de Investigación de la Universidad estatal de Ohio (EEUU) "el humo secundario aspirado por los niños no es sólo malo para los problemas respiratorios, como había sido descrito previamente por otros investigadores. Nuestros datos apoyan la opinión de que los efectos cardiovasculares del humo secundario en los niños son importantes, en especial para aquellos que son muy pequeños y para los obesos. No habíamos investigado el impacto de la obesidad en estudios anteriores", destaca Bauer.

Muchas enfermedades cardiovasculares comienzan en la niñez y al menos un 25% de los niños estadounidenses está expuesto al humo secundario, por lo que los investigadores trataron de determinar si la exposición de los niños a este factor producía cambios mensurables en los marcadores de enfermedad cardiovascular y si algunos niños, especialmente los obesos, se encontraban expuestos a un mayor riesgo frente a estos problemas.

"Sabemos que tanto el humo secundario como fumar incrementan la oxidación y la inflamación", explica Bauer. "Por otra parte, estudios realizados unos años antes habían mostrado que la obesidad es una condición fisiológica de la inflamación crónica de bajo grado y que esto puede producir daño vascular. Creemos que los dos factores juntos (exposición al humo del tabaco y obesidad) pueden interactuar para ampliar el grado de inflamación o el daño de células vasculares que tiene lugar".

Dos veces más riesgo por obeso

Los investigadores contaron con una muestra de 52 niños y niñas de entre dos y cinco años y 107 adolescentes de edades comprendidas entre los nueve y los 18 años. El estudio incluyó niños y adolescentes negros, blancos e hispanos, algunos de los cuales eran obesos.

Los autores del trabajo determinaron la magnitud de la exposición al humo secundario que sufrían los niños y analizaron, a través de muestras de sangre, marcadores indicativos de lesión vascular e inflamación en cada pequeño. Así mismo, midieron el numero de células progenitoras endoteliales circulantes, un tipo de células responsables de reparar y mantener una sana red de vasos sanguíneos. Además tuvieron en cuenta el peso, la altura y la presión arterial de cada niño, así como y información sobre su situación socioeconómica.

Entre los principales hallazgos se encontró una conexión entre la exposición al humo secundario y un marcador de lesiones vasculares en los niños pequeños. Su incidencia se duplicó en el caso de que los pequeños fueran obesos.

Por otra parte, también se llegó a la conclusión de que los adolescentes obesos expuestos al humo secundario doblaban los indicios de daños vasculares frente a los adolescentes con un peso normal.

Rastro en el cabello

Además, los niños de entre dos y cinco años registraban una concentración de nicotina en el pelo hasta cuatro veces mayor que los adolescentes a pesar de vivir niveles de exposición similares en sus hogares. Por si esto fuera poco, los más pequeños expuestos a humo secundario presentaban una reducción del 30% de las células progenitoras endoteliales vasculares circulantes.

"Los cambios detectados en estos grupos de niños son similares a los cambios que son bien reconocidos como riesgo de enfermedad coronaria en adultos", explica Bauer. "Esto sugiere que algunos aspectos de la enfermedad coronaria adulta pueden iniciarse en la niñez temprana, cuando las estrategias de prevención pueden tener un gran impacto a largo plazo", continúa este experto.

"Nuestros descubrimientos reflejan la importancia de eliminar el tabaco y la exposición al mismo, especialmente en los niños, y los pequeños obesos podrían necesitar incluso estar más protegidos frente a estas exposiciones", concluye Bauer.

miércoles, 21 de enero de 2009

Aguirre pierde la batalla contra la ley antitabaco nacional

Nuevo revés judicial a las políticas de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha anulado el decreto autonómico, aprobado en noviembre de 2006, que desarrolla la Ley Antitabaco de 2005. La justicia tumba así una de las normas con las que Aguirre ha estado desafiando al Gobierno. Su decreto antitabaco es mucho más permisivo que la ley, ya que en la práctica permite fumar en más lugares, como en los bares de los centros de trabajo, y elimina la necesidad de separar físicamente las zonas de fumadores en los locales de más de 100 metros.

domingo, 11 de enero de 2009

Historia del tabaco

A comienzos de la era cristiana, en ocasión de oficios religiosos o mágicos, los indios de América del Norte fumaban en grandes pipas de piedra o enrollando el tabaco en las hojas secas del maíz. Los aborígenes de las Antillas los consideraban con propiedades medicinales y tóxicas, siendo utilizadas para emponzoñar las puntas de sus flechas de combate. Las virtudes terapéuticas que se le atribuía, llevó a los conquistadores de la América hispánica a trasladar las semillas para su cultivo al viejo continente a principios del siglo XVI. Probablemente, quien más hizo por su divulgación, fue el embajador francés en Portugal, Jean Nicot, quien la introdujo en la corte de Catalina de Médicis. En su homenaje, el botánico Jacques Deléchamp bautizó la planta con el nombre de Herba Nicotiana.

Hubo muchos países en los que el uso del tabaco fue prohibido, como en Inglaterra, donde Jacobo I en 1601 fue un firme opositor. El Papa Urbano VIII excomulgó a los sacerdotes sevillanos que consumían rapé mientras oficiaban la misa. Otro Papa, Benedict XIII en 1725, revocó la prohibición dictada por Inocencio X, que castigaba con la excomunión a quien lo usara en la catedral de San Pedro.

El Zar de Rusia, Alexis en 1645 ordenó que los fumadores fueran deportados a Siberia y el Sha Abbas de Persia, aplicaba severos castigos a los fumadores, llegando a quemarlos vivos.

En Turquía, Amurath IV sometía a severos castigos, cortándoles la nariz y los labios y aún a la pena de muerte a los que osaban fumar. A pesar de todas estas medidas en algunos países, su uso se extendió rápidamente, especialmente en Europa. El monopolio de su comercialización llegó a constituirse en una importante fuente de riqueza para muchos países. Hubo una diferente utilización del tabaco según los países. Así, en España se consumía preferentemente el cigarro, en Inglaterra la pipa y en Francia el rapé, con tabaco en polvo. La difusión del consumo de cigarrillos ocurre a partir de la participación de los ejércitos europeos en la guerra de Crimea, donde estos adoptan de los turcos, la costumbre de fumarlos.

**fuente: tabacoysalud.com.ar